La moda rápida ¿Qué es la moda rápida?
Es algo que en los últimos años esta bastante arraigada en los hábitos de muchos consumidores.
Pudiera ser fascinante, ya que si visitamos cualquier centro comercial podemos optar por ropa actual, moderna a un precio muy asequible.
La moda textil es una tendencia que tienen las personas a adoptar un determinado estilo, modelo o color. Cuanto más personas adopten esa moda, cada vez serán las personas que la sigan.
Así es, la ropa que escogemos actualmente depende de las tendencias de moda y para eso cada uno de nosotros podemos optar a gran cantidad de prendas.
Según el Instituto de Recursos Mundiales, actualmente compramos un 60% más de ropa que hace 20 años. También indica que el volumen de ropa que se produce al año, alcanza para que todas las personas compremos al menos 20 prendas cada año.
Una de las razones es que el precio de la ropa ha aumentado a un ritmo menor en los últimos años.
Esto pudiera parecer algo positivo o beneficioso para el consumidor, poder renovar nuestro guardarropa muy a menudo por poco dinero.
¿Cuál es la amplitud de los daños causados por la moda rápida en el medio ambiente?
La industria del textil es:
✓ La que más contamina después del petróleo
✓ Responsable del 10% de las emisiones de CO₂
✓ Responsable de la producción del 20% de las aguas residuales.
✓ Responsable del 30% de los microplásticos en los océanos a causa de las microfibras que se desprenden de los textiles
✓ Es una de las que más agua y energía consume para la fabricación de prendas.
✓ Responsable de producir toneladas de desechos.
✓ Responsable de grandes vertederos donde se amontonan millones de toneladas de ropa, puesto que solo se recicla un 1% de esas prendas. Es más barato fabricar nuevas prendas que reciclar ropa vieja.
Este el objetivo de la moda rápida o también conocida como Fast Fashion. Una tendencia como hemos dicho, muy integrada en nuestra sociedad y caracterizada por promover una producción constante y desmedida de ropa a bajo costo.
Esa producción rápida también se caracteriza por ofrecer prendas de muy baja calidad y poca longevidad. Se pudiera aplicar el lema “usar y tirar”.
Con la globalización y la tecnología, se ha logrado aumentar el consumo, lo que ha hecho necesario acortar los tiempos de producción y entrega. Datos actuales indican que cada año se producen más de 100.000 de prendas.
Se estima que esa producción aumentará un 50% para el año 2030 debido a su gran demanda.nd.
Pero, ¿Qué podemos observar si nos fijamos en el origen de esa prenda, en su fabricación?
Un aspecto que muchos de nosotros desconocemos tiene que ver con el impacto medioambiental y las condiciones laborales de las personas que trabajan en ese sector.
¿Que podemos decir acerca de los trabajadores que trabajan en esa industria?
Se estima que el 98% de los trabajadores que confeccionan ropa no tienen un salario suficiente para cubrir sus necesidades básicas.
No solo cobran un salario miserable, sino que son explotados y obligados a trabajar largas jornadas de hasta 15 horas en condiciones infrahumanas.
Trabajan en talleres textiles que no reúnen la seguridad y las condiciones adecuadas. Además, están expuestos a todo tipo de químicos y tintes muy peligrosos para su salud.
En muchos países, a pesar de ser prohibido, también se reclutan a miles de niños, quienes también trabajan en pésimas condiciones. Esto es conocido como la esclavitud moderna.
Todas estas razones demuestran lo negativo de la moda rápida.
Al estar informados de las consecuencias y del impacto tanto en el medio ambiente como en las condiciones laborales, debemos ser más críticos con nuestros hábitos de consumo, ser consumidores responsables y apostar por otras opciones como la moda sostenible.